Hongos en los objetivos

Los hongos son la infección de los instrumentos ópticos por esporas de hongos que germinan y producen más esporas. Las superficies de los objetivos sufren daños irreparables a causa de los productos metabólicos de los hongos (por ejemplo, ácidos). Los daños van desde el enturbiamiento hasta la opacidad que provoca la película. El revestimiento ZEISS T* no influye de manera significativa en la proliferación de hongos ni en la generación de esporas.

¿De dónde vienen los hongos?

Las esporas de los hongos se encuentran por todos lados y germinan cuando se dan las condiciones ambientales adecuadas:

• Condiciones de proliferación
• Humedad relativa de al menos un 70 % (más de 3 días)
• Flujo de aire bajo o inexistente
• Oscuridad
• Nutrientes (pelusas textiles, trazas de grasa, barniz, polvo y suciedad)
• Temperaturas entre 10 y 35°C
  
  
  ¿Cómo se pueden evitar los hongos?

Reducir la humedad relativa a menos del 60 % (nunca por debajo del 30 %, ya que sería peligroso para el instrumento) almacenando el equipo:

• en armarios con climatizador en los que los higrómetros mantengan las condiciones del entorno
• junto a elementos secantes (por ejemplo, gel de sílice naranja) en los receptáculos
• en un armario especial cuyo interior esté calentado a 40°C (máx. 50°C) con un calefactor de aire/lámparas incandescentes y en el que
• se reduce la humedad relativa
• en armarios sellados herméticamente con fungicidas con alta presión de vapor (el depósito de fungicida se debe sustituir a intervalos regulares)
• en un deshidratador sobre secadores

Una vez realizado el trabajo, se deberán limpiar los instrumentos inmediatamente. Si es posible, puede emplear un ventilador para facilitar la evaporación de la humedad superficial. No emplee receptáculos de piel, tela ni madera para el almacenamiento. La radiación solar breve o la irradiación con luz UV también puede ayudar a evitar los hongos.