Tratamiento de la miopía: Opciones de tratamiento para la miopía progresiva
Se puede lograr una reducción de la progresión de la miopía en niños y adolescentes por medio de una amplia variedad de opciones. Si un niño ya lleva gafas o tiene miopía progresiva, un oftalmólogo y/o optometrista debe llevar a cabo un plan de tratamiento individualizado. Este plan de tratamiento de la miopía puede incluir el uso de gotas oftalmológicas, lentes especiales para gafas o lentes de contacto especiales para utilizar de día o de noche.
Además de los planes de tratamiento, sigue siendo importante que los padres se aseguren de que sus hijos pasen un total de más de dos horas diarias al aire libre. Al mismo tiempo, también deben limitar el tiempo que los niños y adolescentes pasan frente a tablets, ordenadores, smartphones o la lectura de libros y cómics.
La colaboración entre el oftalmólogo y el óptico es crucial a la hora de determinar el tratamiento óptico a usar, ya sea por medio de un apoyo visual o farmacológico o una combinación de ambos. El objetivo general es ralentizar la progresión de la miopía por medio de un tratamiento específico e, idealmente, reducir el crecimiento del ojo a un nivel de ojo no miope, o lo más cercano posible a dicho nivel. Esto, por ejemplo, puede evitar una graduación muy alta y sus riesgos asociados para la salud ocular.
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Un plan de tratamiento de la miopía incluye un historial exhaustivo del paciente, que cubre factores de riesgo, las pruebas y evaluaciones de riesgo apropiadas, así como medidas de tratamiento y recomendaciones de rutinas saludables. Esto lo debe decidir el niño o niña junto a sus padres y lo ideal es que un oftalmólogo y un optometrista u óptico puedan asesorarles. También es esencial que las revisiones periódicas se ajusten al estado refractivo particular de cada niño y, en su caso, al método de tratamiento correspondiente.